La egirina es una piedra de protección del aura que activa el chakra de la raíz. Se dice que promueve la autoestima, la autoconfianza y la aceptación. Se le atribuyen propiedades sanadoras a nivel físico, además de proporcionar energía y fortaleza.
La egirina presenta una variación en sus colores que van desde el verde oliva intenso hasta el verde oscuro y un brillo característicamente vítreo. Este mineral, que fue catalogado en Noruega por primera vez, debe su nombre a Aegir, el dios escandinavo de los mares.